Dice en la primera Regla nuestra que oremos sin cesar.
En el Carmelo “orar” es “amar” y santa Teresa nos lo dice así; “no es otra cosa oración mental, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”.
Y son conocidos algunos textos claves de santa Teresa que nos muestran su concepto y experiencia de la oración.
Veamos algunos:
- «La oración es a donde el Señor ilumina para entender las verdades».
- «La oración consiste en: tratar con Dios como con Padre y como con hermano y como con Señor y como con esposo».
- «Recia cosa sería que sólo en los rincones pudiésemos traer oración; tanto más que el verdadero amante en todas partes ama y siempre se acuerda del amado”.
Santa Teresa muestra el camino de la oración con imágenes, una es“regando el huerto” y otra imagen es la del alma como un castillo todo de diamante o muy claro cristal donde hay muchas moradas y en la principal se encuentra Su Majestad (Dios). Sin embargo, es todo un camino y tiene distintas etapas, desde el principio, hasta llegar a la unión con Dios.
También san Juan de la Cruz nos muestra el camino de la oración como la subida de un monte, que tiene diversos caminos para llegar a la cumbre que es “Dios” y para ello propone el desapego de todo, el vaciarse el alma de todo lo que no es Dios, para ser colmada y habitada sólo por El ya que san Juan de la Cruz nos dice: “un abismo, llama a otro abismo”, la sed de infinito se sacia con infinito, esto es,“Dios”.
El camino de la oración nos dice la santa; requiere una “determinada determinación” ya que es una aventura hacia el interior con Dios y con uno mismo y hay varias etapas en este camino:
- Oración vocal.
- Oración de recogimiento o de quietud.
- Contemplación.
- Unión con Dios.
Sin embargo en este camino hay etapas de purificación necesarias que santa Teresa y san Juan de la Cruz nos describen en sus escritos ayudándonos a caminar con fe, esperanza y caridad que son los cimientos para éste camino.
La inspiración de la Regla y el ejemplo de nuestros Fundadores ponen de relieve la importancia de la liturgia para la vida del Carmelo, mediante una plena y atenta participación en los santos misterios, viviendo la oración litúrgica que enriquece la oración personal, ésta es con el rezo del Oficio Divino. Y sin duda la celebración de la santa misa y los sacramentos donde la comunidad religiosa participa en el misterio Pascual de Cristo fuente y cima de la vida de la Iglesia.